Pueblos Remotos

Nombre: Pueblos Remotos S.L.
Localidad: Santa Cruz de Tenerife
Sector: Consultoría e Intermediación Turística
Socios y empleados: Dos
Año: 2021
Web: https://www.pueblosremotos.com

“Llevo muchos años como freelance caminando en la incertidumbre, y no es que no me importasen los proyectos en los que me involucraba, pero no me costaba abandonarlos si veía que habían alcanzado el final de su etapa. Pero con Pueblos Remotos por primera vez siento que lo que estoy haciendo merece la pena. Luchar por reconectar con la naturaleza y lo rural me ha dado un propósito vital”.

La principal diferencia que Carlos Jonay encuentra entre Pueblos Remotos, el proyecto en el que ofrece al talento digital experiencias inmersivas en el entorno rural, y el resto de iniciativas que ha lanzado en su intensa trayectoria profesional se resume en una palabra: legado.

La idea de atraer a trabajadores en busca de experiencias diferentes a localidades canarias alejadas del típico modelo de sol y playa es, en retrospectiva, una consecuencia lógica de la carrera de Carlos. Licenciado en Económicas con especialización en recursos naturales y economía ecológica, realizó un posgrado en Desarrollo Rural enfocado en impulsar el emprendimiento rural. Todo esto lo compaginaba con su interés en la innovación tecnológica, que le llevó a dedicarse a la consultoría en estrategia digital. Integrado plenamente en el ecosistema emprendedor canario, en 2015 descubre el mundo de los trabajadores remotos y se asocia con diversas marcas que buscan atraer el talento digital al archipiélago. En 2018 conoce a Elsa, su actual socia, y juntos continúan desarrollando el ecosistema del nomadismo digital.

La gran oportunidad surge en 2020, con la pandemia. En ese momento, con los destinos más habituales limitados por las restricciones sanitarias, vieron el potencial de los alojamientos rurales y las experiencias que ofrecen. Así fue como planificaron su primer piloto, en Icod de los Vinos, hasta donde atrajeron a 10 trabajadores remotos para que colaboraran con 6 actores locales. “El proceso fue muy orgánico, tanto que primero surgió la idea de la experiencia, y ya después creamos la marca”.

Del éxito de aquella primera experiencia surgieron el resto de experiencias, que ya van por ocho ediciones y que quieren seguir expandiendo en la península. “Nuestro principal reto ahora mismo está en la capacidad para poder hacer más cosas, nos faltan manos”. El cuidado y la dedicación con la que preparan cada experiencia, que les lleva de 3 a 4 meses, solo les permite realizar dos al año como mucho. Por ello se plantean crear una comunidad de embajadores que hagan crecer la marca. “Nos queremos apoyar en las personas que ya conocen de primera mano las experiencias”. 

Él no ve competencia en otros proyectos similares que están surgiendo, más bien al revés. “Lo más apetecible para el medio rural es sumar energías y colaborar. Cuanto más pueblos remotos haya en España, mejor, porque eso significará un cambio en el ecosistema”. El sueño de Carlos es poder tejer una red de pueblos remotos en toda España como legado.

A pesar de las dificultades y las altas expectativas, considera que Pueblos Remotos ya es un éxito por el impacto que han conseguido. “Cuando reúnes a personas tan variadas, con pasados tan diferentes, y los unes en un mismo sitio y ves que conectan y se entienden hasta el punto de que surgen amistades y colaboraciones, sabes que lo estás haciendo bien. Esa conexión es nuestro mayor logro”.

Desde su experiencia, Carlos ve claras las oportunidades que ofrece el emprendimiento rural. “No digo que sea fácil. Emprender siempre es algo complicado, y en el rural además puede llegar a ser muy solitario. Pero si insistes y tienes resiliencia, el campo te ofrece la oportunidad de ser pionero de un cambio, y servir de inspiración para que otros se sumen. En el medio rural tú puedes convertirte en la persona que inicie un movimiento para cambiar realmente las cosas”.