Gafasvan

Nombre: Gafasvan S.L.
Localidad: Mayorga (Valladolid)
Sector: Óptica
Instalaciones: 
Socios y empleados: Tres socios
Año: 2020
Web: https://gafasvan.com

“Cuando estudiaba la carrera en Valladolid, me volvía a Mayorga a primera hora del viernes y me iba a última del domingo. Nunca me ajusté a la ciudad; allí no eres nadie, pero en el pueblo eres el rey”.

La trayectoria de Daniel Paniagua está marcada por los giros de guión. Antes de estudiar la carrera de Óptica probó un año con Ingeniería Informática. Al terminar los estudios, en vez de dedicarse a algo relacionado con la óptica, trabajó como vendedor de camiones una larga temporada, donde aprendió que el arte de saber vender aplica a todas las facetas de la vida. Tras volver de una estancia de 4 años en Perú, completó un MBA que describe como “enterrar 15.000 euros en el campo”. Pero si algo ha tenido claro durante toda su vida es que como en Mayorga, el pueblo donde nació y creció, no está en ninguna parte.

La idea de Gafasvan, el proyecto móvil con el que presta servicios de óptica y audifonía a varios pueblos de los alrededores de Mayorga y que comparte con su mujer y otro socio, surgió de las necesidades de su propia familia. “Un día hacía falta alguien que llevase a nuestro abuelo a graduarse las gafas, algo que él por su cuenta no puede hacer. Nosotros tenemos la suerte de que somos varios en la familia y siempre va a haber alguien que puede coger el coche y acercarle a la ciudad, pero para muchas otras personas en los pueblos, que viven solas y que no disponen de transporte público, es imposible”. Echando cuentas vio que los 1.500 habitantes de Mayorga no daban para sostener una óptica, pero juntando los pueblos de alrededor sí le daba. Ahí estaba el modelo.

Ahora, además de en la sede de Mayorga, varios días a la semana Daniel carga su furgoneta con el material técnico y atiende en los locales que los ayuntamientos de las otras localidades de la zona le han cedido. Cada pueblo tiene su día fijo y él, entre cita y cita, aprovecha las visitas para hacer vida en el pueblo. “Siempre aprovecho para tomarme un café en el bar, comprar un poco de fruta… El otro día, hablando con un vecino, le dije que este año todavía no he pagado un café, siempre estoy invitado”.

Esta conexión con las poblaciones locales, la confianza que ellos le dan a cambio de haberles acercado un servicio tan necesario, es el mayor logro de Gafasvan. “He vendido ganas de 1.000 euros en locales cedidos donde yo no compraría ni un paquete de folios, pero a ellos no les importa. Ellos confían en mí, y nadie me ha regateado ni una vez”. El plan de negocio con el que salió del MBA, que preveía un arranque lento y complicado, se le fue al garete la primera semana. “Mi plan de marketing fue una hoja en la que anunciaba el día que abriría, y preguntar en el bar qué se necesitaba. La primera semana tenía cola para comprar gafas; en los diez primeros días vendería 50 gafas”.

A nivel de negocio, Daniel considera que los pueblos ofrecen muchas ventajas. “En los pueblos los clientes no son solo transaccionales, como ocurre en las ciudades, en donde alguien viene a tu tienda, te compra y no lo vuelves a ver. Aquí se pasan por la tienda a saludar, te los encuentras por la calle, y si escuchas puedes sacar ideas para tu negocio o cualquier otra cosa que se te ocurra. Después de tres años tengo claro que la parte más importante del negocio es escuchar de manera proactiva a tus clientes”. Esa cercanía no es la única ventaja: “los precios de los alquileres, la falta de competencia… En los pueblos no te tienes que diferenciar a nivel de precio o de otros servicios como ocurre en la ciudad, solo con estar presente y tener un producto de calidad tienes suficiente”.

El objetivo a medio plazo es licenciar o franquiciar el modelo de Gafasvan para poder llevarlo a más sitios, sobre todo fuera de Castilla, donde las poblaciones rurales son mayores y existe más gente a la que ayudar. Ahora mismo, todavía en el área de Mayorga, buscan ampliar los servicios que ofrecen en los locales cedidos. “Psicología, fisioterapia… Ofrecer cualquier tipo de servicio profesional que no haya ahora mismo en los pueblos da para vivir de manera digna. Ahora estamos cogiendo locales nuevos, ya no cedidos, e intentando traer a otros profesionales para que presten en ellos sus servicios”.

Mientras tanto, Daniel, seguirá graduando y haciendo la vida más cómoda a sus vecinos. “Para mí, un objetivo noble y justo debe ser algo lo suficientemente inalcanzable como para dedicar tu vida a ello sin poder alcanzarlo. El mío es intentar que todos los habitantes de los pueblos de España puedan ver y escuchar mejor para llevar una vida más digna”.