Fresco y del Mar

Nombre: Pesca Artesanal Fresco y del Mar S.L.
Localidad: Muros
Sector: Comercialización de productos de la pesca
Instalaciones: Local de expedición de los envíos y lonja
Socios y empleados: Cuatro y estacionales
Año: 2014
Web: https://frescoydelmar.com

“Creo que desde la comercialización se puede mejorar la situación, comprando a quienes practican una pesca artesanal y sostenible, y a la vez concienciando al consumidor de que ese es el camino”.

Durante los 25 años en fue el secretario de una cofradía de pescadores, Milucho Louro trabajó para impulsar una pesca más ordenada que garantizase la sostenibilidad de la actividad a la vez que la dignidad de los pescadores y mariscadores. Unos objetivos que decidió trasladar a la comercialización cuando en 2014 decidió lanzar Fresco y del Mar, una plataforma web de venta directa de pescado y marisco gallego con sede en el mismo puerto de su localidad natal, Muros.

El proyecto de Fresco y del Mar responde a los múltiples problemas que amenazan las costas gallegas. La contaminación por accidentes, como el del Prestige o procedente de las industrias de la ría, la sobrepesca, el furtivismo… Son múltiples los factores que encienden las señales de alarma y llevan a Milucho y sus socios a apostar por una comercialización basada en valores ambientales y sociales.

Decantarse por un negocio online en vez de uno físico atendía a varias razones. “Por un lado, había una oportunidad de negocio; tiendas físicas en una localidad costera pequeña como Muros hay muchas, pero hace 10 años no había ningún negocio online que respondiese a esas premisas ambientales y sociales. Pero a la vez, queríamos invitar a los consumidores a que apostasen por mejorar con su compra las condiciones de los pescadores artesanos y así fijar la población donde tienen sus raíces”.

Milucho considera que esta apuesta por vender a través de internet un producto tan ligado a las pescaderías y mercados tradicionales es el mayor reto del proyecto. “Queríamos que los compradores nos viesen como esa persona a la que consultar sobre el producto, preguntar que está de temporada… Había que romper esa barrera de la compra online, donde las grandes plataformas nos han acostumbrado a que no haya ningún humano a quien poder contactar. Por eso nosotros ofrecemos que en cualquier momento del proceso de compra o preparación puedan contactar con nosotros para resolver cualquier duda, tanto del envío como de la presentación o la preparación. Aspiramos a ser el pescadero de confianza, versión online”. 

Que los consumidores les abran las puertas de sus casas en momentos tan señalados como Navidad es para ellos su mayor orgullo y responsabilidad, y una gran oportunidad de visibilizar la labor de los mariscadores, pero huyen de caer en las maniobras consumistas de esta era online. Por ello, desde hace varios años cierran la web en Black Friday y destinan un 5% de lo recaudado los días previos a fines sociales. Parece que la apuesta ha sido reconocida por los clientes: “a pesar de que abrimos un día menos, esa semana triplicamos las ventas de una semana normal”. Milucho tiene claro que escuchar al cliente es una parte vital de su enfoque web. “Nuestro objetivo es que el público perciba la calidad del producto tan claramente como nuestra filosofía. De esa manera, garantizando que la comercialización y la captura son sostenibles, estaremos protegiendo la salud de los océanos”.

Su labor de concienciación sobre el consumo consciente no se limita al consumidor final. “Nos enorgullecemos de poder participar en los comedores colectivos. Poder abastecer a industrias como Inditex, que nos tienen en sus comedores donde comen 4.000 trabajadores, es poner una pica en Flandes. Con el ejemplo de estas industrias podemos seguir creciendo y presionar para que las administraciones creen pliegos que tengas presentes el producto local, sostenible y saludable”.

Los próximos pasos de Fresco y del Mar pasan, además de aumentar su negocio, por llegar a alianzas con otros productores de la zona. “A veces los clientes nos piden unos pimientos del Padrón, o unas patatas con las que acompañar al pulpo… Poder establecer colaboraciones con productores locales que también apuesten por el consumo consciente, a los que ofrecer nuestra web como escaparate, serviría para crear sinergias y hacer comunidad”.

Para Milucho, que ha tenido la posibilidad de desarrollar su actividad en el lugar donde tiene sus raíces, emprender en un pequeño pueblo costero nunca fue un problema, más bien al revés. “La calidad de vida que puedes tener en un pueblo no la tienes en una ciudad. No todo el mundo puede decir que trabajar en un medio ambiente sano, con los recursos de huerta y de mar de primera mano. Las sinergias que se pueden crear entre pequeños proyectos, y la cercanía a la gente y al producto, son valores que no existen en otras partes y que deben animar a la gente a emprender aquí”.