Babel Nature

Nombre: Babel Nature S.L.
Localidad: Aracena
Sector: Ecoturismo y educación ambiental
Instalaciones: 
Socios y empleados: 2 socios
Año: 2013
Web: https://www.babelnature.com

“Yo veía que las actividades que hacían no se detenían en observar los valores naturales, era simplemente acumular kilómetros. Mi planteamiento siempre ha sido andar menos para ver más”.

Daniel Calleja ha respirado naturaleza desde pequeño, en el sentido más literal de la frase: los problemas respiratorios y de asma que sufría en la ciudad de Huelva le llevaron a escaparse a la sierra de Aracena buscando aires menos contaminados, y ya de paso, un lugar donde vivir los valores naturales. Un amor por la naturaleza que le llevó más tarde a licenciarse en Ciencias Ambientales y trabajar en empresas de participación ambiental y grupos de desarrollo rural.

Esta trayectoria continuó en proyectos del llamado turismo activo, pero trabajando en ellos sentía que las cosas se podían hacer de otra manera. “Yo veía que las actividades que hacían no se detenían en observar los valores naturales, era simplemente acumular kilómetros. Mi planteamiento siempre ha sido andar menos para ver más”.

Con ese espíritu surgió la idea de crear Babel Nature, la empresa de ecoturismo y educación ambiental que lanzó en 2013. Babel Nature trabaja siempre en grupos pequeños para limitar el impacto, reduciendo los kilómetros y aumentando las horas para incluir a todos los adultos y a niños, y siempre acompañados de dos monitores para que nadie sienta que se pierde algo.

Al operar en la Sierra de Aracena, una reserva de la biosfera habitada, Daniel siempre tuvo claro que en paralelo a los valores ambientales había que hacer una labor de divulgación de los valores culturales de las poblaciones que han mantenido el entorno durante siglos. “Buscamos basarnos fundamentalmente en la interpretación de tres lenguajes de la naturaleza: la micología, la astronomía y la etnobotánica”.

Este contacto con los saberes tradicionales locales ha llevado a Daniel, en paralelo a su labor ecoturística, a escribir un libro de setas para niños y otro sobre el valor de las plantas en la cultura hablada que elaboró con colectivos de mujeres de la zona. “Cada vez que se iba una vecina se perdía un pedazo de saber tradicional. En principio pensamos en un proyecto para convertir ese saber oral que ellas atesoran en lenguaje escrito y que se lo pudiesen llegar a sus nietos, pero al final conseguimos convertirlo en un libro. Este proceso de recopilación de saberes a través de las mujeres ha servido para que otros colectivos de la zona se lancen a desarrollar otras actividades. Para mí, esta labor de empoderamiento de la comunidad es nuestro mayor logro”.

Un logro para el que tuvo que dejar de lado las ideas y prejuicios con que llegó desde la ciudad y aprender a escuchar a la población. “Esta zona es una de las más boscosas de Andalucía y a la vez una de las que menos incendios tiene. ¿Por qué? Porque está lleno de minifundios en los que dan de comer a sus cochinos, y son los primeros interesados en que no haya fuego en el territorio que les da de comer. Ellos son los que saben conservar el parque natural con sus buenos saberes y haceres; si quieres integrarte, tienes que cambiar tu título universitario por honestidad y humildad.

Esta experiencia tan enriquecedora es hacia dónde quiere encaminar el futuro de Babel Nature. “A pesar del éxito que hemos tenido con la parte turística, sobre todo desde la pandemia, queremos desvincularnos de ella, consideramos que hemos alcanzado ya su máximo. Ahora sentimos que nuestra labor es más social, y lo que queremos es encontrar nexos de unión con la población local a través de la naturaleza, por ejemplo, trabajando con los niños de los pueblos para que conozcan y valoren su naturaleza”.

Daniel cree que hay mucho que hacer por la regeneración social a través de la vinculación con la naturaleza en el medio rural: “Hay un tejido de microempresas por construir y del que pueden surgir sinergias. Para ello son tan importantes los de pueblo que han vuelto como los de la ciudad que vienen buscando tranquilidad”. Pero sobre todo, Daniel ve aquí un valor que va más allá de lo profesional: “En el campo se encuentra la paz y te encuentras a ti mismo”.